Tengo necesidad de escribir todo lo que pasa en este momento por mi cabeza, pero lo cierto es que son ideas tan desordenadas que ni siquiera yo soy capaz de ponerlas en orden. Suena un poco irónico decir que no puedo poner orden en mi propia cabeza, ¿no? Sí, es de lo más irónico, pero se dice que del caos llega el orden y eso es lo que estoy intentando hacer ahora mismo, ordenar mi propio desorden.
La verdad es que no sé por dónde empezar, simplemente me apetece ver cómo van apareciendo las letras en este fondo blanco, que simula el blanco de un papel.
Por ahí dicen que es de héroes sonreír cuando el corazón llora, pero llevo toda mi vida preguntándome cómo es posible hacer eso. ¿Cómo puede alguien sonreír cuando en realidad lo que necesita es llorar? Parece una pregunta tan fácil de contestar, pero por más que piense, no soy capaz de averiguar la respuesta.
Sí, hoy es uno de esos días en los que necesito ver una mano tendida para poder apoyarme en ella y volver a subir a flote para que mi rostro vuelva a sonreír y mis ojos vuelvan a brillar, pero mire donde mire no consigo ver esa mano que tanto necesito. Es posible que no me dé cuenta de que está aquí, o que simplemente no me atreva a volver a coger la misma mano que lleva tendida para mí desde hace tiempo porque todo en esta vida tiene un límite y tal vez tarde o temprano desaparezca sin dejar rastro.
¿Soy una tonta por preocuparme siempre de lo que me pasa a mí sin pensar en que más allá de estas cuatro paredes hay personas que sufren más que yo, pero aun así siguen adelante? Puede que lo sea y no lo niego, pero hay momentos en los que necesito demasiado ese apoyo que deja de existir en el momento menos oportuno.
Alguien me está enseñando a no darme nunca por vencida, a no dejar de sonreír, a no caerme jamás, a mirar siempre las cosas como mejor me lo parezca a mí y así conseguir seguir adelante por más empinado que esté el camino de la vida, pero es difícil porque no soy tan fuerte, aunque lo estoy intentando con todas mis fuerzas. Todavía soy una aprendiz en este juego de la vida, pero con el paso del tiempo me voy dando cuenta de que, aunque en el mundo hay personas que te lo dan todo un tiempo y después se olvidan te ti, también hay otras personas que están cerca cada vez que las necesitas sin importar el momento, el motivo o la distancia.
Tengo que reconocer que todo lo que he escrito hasta ahora, a simple vista, carece de sentido, pero a veces hay que aprender a leer entre líneas para conocer el verdadero significado de las palabras, sobre todo cuando detrás de todo se esconde un “gracias de todo corazón”, gracias por todo ese apoyo, gracias por cada palabra, gracias por cada sonrisa, pero sobre todo, gracias por existir y hacer que en mi día a día siempre brille una estrellita.